En octubre de 2021, tuve la fortuna de pasar un fin de semana en una formación mágica junto a Noora Ehnqvist, en un encantador pueblo en el norte de Cataluña, muy cerca del hipódromo de Bascara.
Emprendimos el proceso de búsqueda de billetes para trasladarnos a Parets D’Empordà (Gerona), a la Masía Mas Ferran, donde reside el proyecto Cavalls de Terraprim, la obra personal de Sofía Sund.
Tuve la suerte de esperar en el aeropuerto de Barcelona a que llegara Noora, y más tarde, una compañera nos recogió en coche para llevarnos a Parets.
Mi vuelo aterrizó en Barcelona alrededor de las 9:00 a.m., y tuve que esperar dos horas a que llegara el de Noora. Así que, aprovechamos el tiempo para avanzar en el trabajo en la cafetería de llegadas del aeropuerto. Pensaba en que solo tenía el contacto de Noora a través de un correo electrónico, sin haber coincidido previamente en el mismo espacio-tiempo, y con un mar de dudas sobre cómo afrontar esta primera impresión.
Noora, en verdad, hizo que todo fuera muy sencillo… Ella era plenamente consciente de sus límites y de satisfacer sus propias necesidades, para luego poder inspirar a otros.
Esto me parece de suma importancia, ya que la primera impresión de Noora podría dar la sensación de ser una persona distante, incluso alternativa, si no quisiera tildarla de “rara” en sus demandas.
Con el paso de los años, he comenzado a comprender el valor de establecer límites hacia el autocuidado, que a su vez pueden servir de inspiración para posibles cambios en los demás (y si no hay cambios, tampoco es un problema).
En última instancia, se trata de tener la capacidad de controlar tu propia vida y decisiones, sin someterlas a las elecciones de otros.
Tener la auto-capacidad de poder “Hacer lo que quieres, Cuando te apetezca, Con quien quieras…”
Sin embargo, como en todos los procesos de aprendizaje, se requiere tiempo para integrar estas nuevas funcionalidades.
Para mí, descubrir a Noora y experimentar esa sensación de fluidez y libertad al trabajar con caballos ha sido una vivencia increíble y un gran crecimiento personal. El mero hecho de estar en la proximidad de los caballos, sin la intención de pedir nada, solo disfrutando, y desde ahí conectar, permitiendo que los caballos colaboren de manera libre.
Noora ha sido una de esas piezas clave en mi proceso de reconstrucción del mundo ecuestre tradicional, ayudándome a entender otra cultura equina donde todo es adaptable, modificable, y donde las pequeñas aportaciones se transforman en maravillas.
Podéis descubrir la página de Noora (www.sensitivehorse.com) y ver lo que ella ofrece en sus clínics, que aquí resumo:
Vida ecuestre con propósito. El bienestar y la felicidad de los caballos se basan en una vida con propósito, activa y con una vida social enriquecida.
Coexistir con una manada adecuada (con un líder estable) y amigos, tener la capacidad de tomar decisiones, espacios agradables que inviten a estar, así como acceso a suficiente alimento y cuidados óptimos.
Las actividades con humanos pueden ser enriquecedoras y aportar valor.
Ver a cada individuo. Cada ser es importante y precioso por sí mismo. Nos comunicamos y respondemos a cómo somos percibidos.
El comportamiento nos ofrece solo una visión parcial de nuestra esencia.
Al observar quiénes somos realmente y cómo nos comunicamos, los animales sienten que realmente intentamos comprenderlos de manera abierta, hemos dado un paso gigante en nuestra relación.
Conciencia corporal. La forma en la que nos movemos, respiramos, estamos e incluso pensamos es un lenguaje en sí mismo que los animales comprenden de manera natural.
La conciencia corporal crea un espacio para entender y mejorar, abriendo una puerta a un lenguaje que permite comunicarnos y conectar de forma más profunda. Aprendemos a combinar actividad con relajación, pensamiento con sentimiento, y lógica con intuición. Nos guía por un sendero de paz y flujo, siendo conscientes de la realidad que nos rodea.
Compartir vidas. Invertir tiempo de calidad juntos, sentir bienestar en la compañía mutua y construir relaciones estables.
El amor florece en la libertad. Disfrutar del simple acto de ser juntos es el punto de partida y de retorno, un espacio libre de amor compartido.
En esta entrada del blog, quiero expresar mi gratitud al equipo de Proyecto Caballo por brindarme la oportunidad de conocer a Noora. Abriendo una ventana a la honestidad y simplicidad de estar con caballos.
Casi cuatro años después de aquellos primeros aprendizajes, y tras integrar todo poco a poco, deseo compartir este valor y comunicar al mundo la oportunidad de vivir la experiencia de Noora, así como entender la vida, los caballos y el movimiento desde una nueva perspectiva.
Ayúdennos a difundir su misión en el mundo, y si sienten el deseo de descubrir la experiencia de Noora, no duden en ponerse en contacto con Proyecto Caballo, que seguramente tendrá la llave para abrir un espacio compartido.
QUIERES DESCUBRIR LA EXPERIENCIA NOORA EN EL 2025
Me encantaría descubrir esta perspectiva
Podría ser una opción, pero necesito más tiempo
Ahora mismo queremos centrarnos en diferentes perspectivas
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